MITOS EN PEDIATRÍA
Es frecuente ver en nuestras consultas, algunas creencias sobre la salud y el cuidado de los niños, que se transmiten de generación en generación, originando gran desinformación, pero que está muy arraigada y es difícil de reconducir.
He aquí algunos de los mitos en pediatría.
1.- DOCTOR MI HIJO SIEMPRE ESTÁ CON MOCOS VENGO POR SI “LE BAJAN AL PECHO”
Los mocos se producen siempre en toda la vía aérea superior, generalmente en la nariz y la garganta. También se producen en los bronquios. Los mocos de la nariz llegan hasta la garganta. Aquí, la tos impide que entren en los bronquios. Es decir, los mocos de la nariz y garganta no se pueden “bajar” a los bronquios. Si presenta mucha mucosidad bronquial, es porque se han producido a ese nivel, NO porque hayan bajado.
Los ruidos que sentimos en el pecho pueden oírse en los catarros que afectan a la nariz y la garganta. Estos «ruidos de transmisión de vías altas» se transmiten a través de los bronquios. Y se pueden oír y notar al poner las manos sobre el pecho. Se oyen de forma intermitente y desaparecen con la tos.
Cuando se inflaman los bronquios se estrechan y producen moco. Entonces la tos cambia. Es más frecuente y a menudo más seca. El niño respira más rápido y tiene más ruidos en el pecho. Se “marcan las costillas”. En el caso de bebés pequeños les cuesta más comer.
2.- “LA LECHE PRODUCE MÁS MOCOS”
La primera referencia sobre la producción de mocos en el tracto respiratorio por efecto de la leche se documenta ya en el siglo XII por parte de un médico judío llamado Mose Maimonides. La medicina tradicional china atribuye al consumo exagerado de lácteos (no de la mantequilla), chocolate, miel y otras sustancias dulces un efecto humidificador en humanos […]
Existen numerosos estudios científicos, que demuestran que la leche no produce más mucosidad ni bronquitis y, que por lo tanto, no es necesario cambiar la leche de vaca por bebidas vegetales, como la soja, etc. Estos estudios demuestran que es un alimento fundamental para la primera infancia por la cantidad de nutrientes que aporta. De todos ellos, aquí tenéis la respuesta que da la Clínica Mayo a esta cuestión y que me parece clarificadora: “La flema es la mucosidad espesa y pegajosa que gotea por la parte posterior de la garganta cuando tiene un resfriado. Aunque beber leche puede hacer que la flema sea más espesa e irritante para la garganta de lo que sería normalmente, la leche no hace que su cuerpo produzca más flema. De hecho, los productos lácteos congelados pueden aliviar el dolor de garganta y proporcionar calorías cuando, de otro modo, no comerías”.
3.- LA ERUPCIÓN DE LOS DIENTES PRODUCE FIEBRE
Siempre se ha pensado que la salida de los dientes en los más pequeños produce fiebre.
La Academia Americana de Pediatría lo tienen bastante claro: Cuando le están saliendo los dientes a su bebé puede presentarse un pequeño aumento de la temperatura corporal. Pero si la temperatura llega a los 38 grados o más, probablemente no es debido a la dentición.
La prevalencia de los signos y síntomas de la erupción primaria en el metanálisis muestra la irritación gingival (86,81%), la irritabilidad (68,19%), y el aumento de salivación (55,72%) como los más frecuentes. Con menor frecuencia, se ha comunicado el hábito de chuparse el dedo, la pérdida de apetito, las alteraciones del sueño, la fiebre, la diarrea, el exantema facial y los vómitos.
Aunque se constata un leve aumento de temperatura en algunos estudios en aquellos niños con erupción dental temporal, en ningún caso es una temperatura que entre en el intervalo de fiebre, considerando como tal una temperatura > 37,5 °C a nivel timpánico o > 38 °C a nivel rectal.
Por tanto, la presencia de fiebre no se puede considerar a estas edades asociadas a la dentición.
4.- ¿SON BUENOS LOS HELADOS PARA EL DOLOR DE GARGANTA?
La gente suele pensar que cuando nos duele la garganta únicamente debemos tomar alimentos calientes como sopas, leche, tés, pero eso no es así. Tomar alimentos fríos como los helados pueden aliviar el dolor de garganta. Cuando se produce el dolor en la garganta la zona afectada suele estar enrojecida. Por eso tomar un alimento frío podrá reducir la temperatura y aliviar el dolor.
Por lo tanto, comer helados teniendo dolor de garganta podría ser una buena elección, ya que el frío nos ayudará a calmar el dolor de la garganta y reducir la inflamación. Hay que comerlos con moderación, ya que el helado no repara el dolor de garganta, solo lo alivia un poco. Pero si tenemos dolor de garganta y deseamos comernos un helado debemos saber que nos puede calmar el dolor.
5.- SI TIENE MOCOS ¿SE PUEDE VACUNAR?
En alguna ocasión has ido al médico a vacunarle y te ha dicho que no lo hace porque tiene mocos. ¿Son los mocos una contraindicación para poner las vacunas? En realidad no, pero es una precaución. Las precauciones, son situaciones en las que podría haber una confusión para hacer un diagnóstico, o en las que podría comprometerse la capacidad del cuerpo para producir anticuerpos. Por el contrario una Contraindicación, es una situación en las que el niño tiene un riesgo más elevado de presentar una reacción adversa grave al ponerle una vacuna.
Las enfermedades leves, aunque den fiebre, no son una contraindicación de las vacunaciones. Es decir, un niño con un resfriado u otra infección leve, puede recibir las vacunas sin ningún problema. En los casos de fiebre de causa leve, la vacunación no tiene más efectos secundarios cuando el niño está completamente sano.
Los procesos febriles leves tampoco disminuyen la respuesta a las vacunas. El tomar antibióticos tampoco es razón para no vacunar. Estos medicamentos no interfieren con el efecto de estimulación de las defensas de las vacunas inyectables.
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