Qué suerte que tu hijo come fruta

¡QUÉ SUERTE QUE TU HIJO COME FRUTA!

La fruta es uno de los alimentos que genera más dificultades a la hora de introducirlo en la dieta del niño y, que suelen rechazar con mayor facilidad. Como padres, queremos que coman de todo, aunque sea en mayor o menor cantidad.

Antes que nada, os recuerdo que el modelo de vuestros hijos sois vosotros los padres. Difícilmente vuestros hijos realizarán una dieta equilibrada, si vosotros no los hacéis. OS TOCA PREDICAR CON EL EJEMPLO. No se trata tanto de transmitir a los niños “amor” por las frutas, como de incorporar estos alimentos en su día a día. Los padres tenemos la responsabilidad de ofrecérselos y de ponerlos a su disposición para que ellos los consuman; y, también, de consumirlos nosotros para mostrarnos como un modelo a seguir. El peso de la alimentación de nuestros hijos recae en lo que tenemos de comida en casa y en el ejemplo que demos. La suerte tiene que ver con el azar, y el hábito es algo que surge de la repetición frecuente de una conducta, sostenida en el tiempo, a través de la cual se obtiene un beneficio. La suerte, por tanto, no estaría en nuestra mano modificarla. En cambio, los hábitos sí dependen de nosotros mismos.  

Por lo tanto, SI TU HIJO COME FRUTA NO ES SUERTE: ES HÁBITO. Tendremos “más probabilidades” de que nuestros hijos coman fruta y verdura “si se la ofrecemos a diario, si la dejamos a su alcance y si nos ve comerla”. Pero esto también dependerá de nuestra conducta, como por ejemplo “si le castigamos con comer lo que no les gusta o les premiamos con chucherías”. También se han de valorar las preferencias personales de cada niño: A veces hacemos todo lo que está en nuestra mano y aun así a nuestro hijo siguen sin gustarle determinadas frutas, al menos de momento, pero no hay que desesperar. Si sigue viendo ese estilo de alimentación saludable en casa, algún día es probable que coman así y aunque no coman de todo, el patrón saludable irá grabado en su cerebro.

En la Sociedad de consumo de hoy en día es mucho más fácil comprar alimentos ultra procesados, con gran contenido en azúcares y grasas. Vivimos en un entorno que genera obesidad, que dificulta comer bien y a un precio asequible, y que facilita hasta el infinito el acceso a productos malsanos.

Como dice Julio Basulto ya en el título de su último libro. “Come Mierda. No comas mejor, deja de comer peor” tiene más sentido explicar a la población qué alimentos conviene, que no formen parte de sus menús, que insistir exclusivamente en que aumente su ingesta de productos sanos, o dicho de otra manera: es más importante lo que no pones en el carro de la compra que lo que pones en él. 

BABY-LED WEANING (BLW): COMO PASAR DE LA TETA AL BRÓCOLI SIN MORIR EN EL INTENTO

Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre este método de alimentación. El baby-led weaning o alimentación complementaria a demanda es el proceso de destete de un bebé en el que introducimos alimentos sólidos en su dieta que puede comer de forma autónoma con sus propias manos.

En la actualidad, cada vez son más las familias y pediatras que defienden este método de alimentación respetuoso con el tiempo del bebé y que hará que no desarrolle aversiones a texturas y sabores, ya que nadie le obliga a comer algo que no le apetece.  No hablamos de que a los seis meses podrás darle a un niño un trozo de pan duro, o un bistec de ternera, pero sí será capaz de gestionar, aun sin dientes, alimentos como verdura cocida, fruta, pescado e incluso carne blandita.

En primer lugar, hemos de pensar que, con la Lactancia Materna, el niño está aprendiendo a masticar, mientras que con la lactancia artificial, básicamente succiona. Durante meses, el bebé succiona el pecho un montón de veces cada día, ejercitando los mismos músculos que después utilizará para comer siguiendo los principios del BLW: el masetero, el temporal y el pterigoideo, que harán el trabajo principal, y otros músculos accesorios que también se trabajan en el momento de la succión y la masticación.

Es que tengo miedo DE QUE se atragante.

Según la evidencia científica disponible, acerca de si el Baby Led Weaning como método de alimentación complementaria supone un riesgo de atragantamiento y asfixia en los bebés en los que este método se lleva a cabo, muestra que dicho riesgo no es menor que el que se produce con otros tipos de alimentación complementaria tradicional y, por lo tanto, igual de seguro que el método alimentación tradicional en relación con la aparición de episodios de atragantamiento en los bebés.

De hecho, se atraganta el mismo número de bebés, pero que los que comen trozos se atragantan más veces, sobre los 6 meses. Luego, a partir de los 9-10 meses, de todo lo que han aprendido, son capaces de comer con mucha más seguridad que los que siguen con triturados, porque los episodios de atragantamiento son menos que en el caso de los bebés de 10 meses que comen papillas. De  todo esto, existen múltiples artículos en la literatura, de los cuales unos de los primeros apareció en la revista Pediatrics en 2016.

DIFERENCIAR ARCADA DE ATRAGANTAMIENTO

Es importante saber que arcada y atragantamiento no son lo mismo. La arcada es un mecanismo de defensa que tiene nuestro cuerpo para prevenir el atragantamiento. Así, el lactante trata de evitar que un alimento demasiado grande o con una textura que no puede manejar, pase. A veces, la arcada termina en vómito.

Por otro lado, el atragantamiento se produce cuando un alimento (o un objeto) obstruye la vía respiratoria impidiendo el paso de aire.

En el estudio de la revista Pediatrics del que hemos hablado previamente, se analizaron también las arcadas. Se vio que los niños que practicaban BLW tenían más arcadas a los 6 meses que los que recibían triturados, pero menos que estos a los 8 meses.