OTITIS EXTERNA
OTITIS EXTERNA, DEL NADADOR, O DE LAS PISCINAS
Cada año, lo mismo, segundo día de piscina y ya le duele el oído. He ido al pediatra y no le ha mandado antibiótico, solo unas gotas e ibuprofeno.
La otitis externa, comúnmente conocida con el nombre «otitis del nadador», es una infección del canal auditivo que transporta sonido del exterior del cuerpo hacia el tímpano. La pueden causar varios tipos de bacteria u hongos. No es lo mismo que la otitis media, que es esa otitis que se produce en el contexto de un resfriado en invierno por la acumulación de mucosidad.
La humedad mantenida en el conducto favorece que los propios gérmenes que viven allí (flora bacteriana) produzcan una infección, por lo que son muy frecuentes en verano y en niños que pasan mucho tiempo en la piscina, debajo del agua.
El dolor de oído, suele ser muy intenso, constituyendo el síntoma principal, que aumenta cuando apretamos la entrada del oído. A veces simplemente con tocar el pabellón auricular puede doler, o incluso al masticar. Los ganglios de la zona pueden aumentar su tamaño. Lo más frecuente es que afecte un solo oído. No suele aparecer fiebre.
Es frecuente en los niños, sobre todo en los escolares. ¡Un 10% de nosotros padeceremos una otitis externa en algún momento de nuestra vida!
El tratamiento consiste en la aplicación de unas gotas de antibiótico en el oído durante aproximadamente una semana y sobre todo tratar el dolor con analgésicos. Como hemos dicho, el dolor de la otitis externa es muy intenso por lo que es importante combinar el tratamiento con fármacos para disminuir el dolor. A las 48-72 horas de iniciar el tratamiento suele notarse mejoría, pero el tratamiento antibiótico debe de realizarse de forma completa, pudiendo disminuir o suspender los analgésicos a medida que el dolor desaparece.
Es muy importante que durante el tratamiento evitar la entrada de agua en el oído, por lo que deberemos tener especial precaución con las piscinas y la playa.
Es recomendable el uso de tapones, gorros, bandas auriculares, para minimizar la entrada de agua en el oído, aunque estas medidas no son infalibles, pudiendo entras una pequeña cantidad de agua en el oído
Si el niño se encuentra bien, puede ir al colegio sin problema, la otitis externa no es contagiosa.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR LA OTITIS DEL NADADOR
- Evita la humedad en el conducto externo. Seca la parte externa de los oídos después de bañarte o ducharte e inclina la cabeza para ambos lados para facilitar el drenaje del agua.
- NO USAR BASTONCILLOS de algodón para limpiar los oídos. Pueden favorecer la infección o causar alguna pequeña herida que posteriormente se infecte. También empujan hacia dentro la poca cera que puede haber, llevando a la formación de tapones. Tampoco te rasques el oído con otros objetos, por ejemplo bolígrafos.
- La CERA (CERUMEN) en los oídos cumple una función importantísima, tanto como los mocos en la nariz. Es una sustancia pegajosa que evita que cosas extrañas pasen a nuestro cuerpo. Es un mecanismo de defensa de nuestro oído, no hay que obsesionarse con quitarla. Basta con limpiar los oídos por fuera con una toalla después del baño.
¿Se puede bañar mi hijo mientras hace el tratamiento?
La respuesta sería un sí a medias, ya que el daño se produce principalmente en el oído cuando el niño bucea, no tanto cuando está en la superficie. Es decir, que si podemos controlar que el niño no esté debajo del agua constantemente cuál pez tropical en el agua en “Buscando a Nemo”, no hay problema, de lo contrario mejor prevenir jugando debajo la sombrilla.
DIFERENCIAS CON LAS OTITIS MEDIAS
Las otitis medias, las que se producen como complicación de los catarros, también duelen, por lo que son más frecuentes en INVIERNO, pero en estos casos el contacto, la presión, suele aliviar el dolor. La supuración o salida de líquido por el oído también es posible, pero esto no afecta a la intensidad del dolor, como sucede en las otitis medias.
En este tipo de Otitis, cuando finalmente supura, el dolor mejora porque sale el moco que estaba atrapado en el oído y disminuye la presión sobre el tímpano, que es lo que ocasionaba el dolor. Es el fundamento de la colocación de “drenajes timpánicos”, en aquellos casos en los que existe acumulación de moco.
Muchas de estas otitis asociadas a catarro, mejor en el curso de los 3 primeros días con Analgésicos. Si persisten se debe de acudir al pediatra para que realice una valoración.