CHUPETE ¿SI O NO?
Todos los días me preguntan en alguna ocasión sobre el chupete (tete, chupón, etc. en sus diversas acepciones). Es un elemento que ya está interiorizado en la crianza del niño, ya que, por ejemplo, forma parte de los “packs” de regalo que se suele dar a las embarazadas en alguno de sus controles, junto con manzanilla, pañales, cremas y otros elementos. Además, es frecuente ver a los niños en la calle con el chupete en la boca, en ocasiones hasta los 3-4 años. Como todo en este mundo, esto tiene sus pros y sus contras:
VENTAJAS DEL CHUPETE
- Es una buena forma de satisfacer el reflejo natural de succión del bebé y es mejor para él que chuparse el dedo y, por lo tanto, más fácil de quitarlo.
- Calman a los bebés. Algunos bebés se sienten más relajados cuando tienen algo que chupar o succionar.
- Ofrecen una distracción temporal. Los chupetes pueden ser útiles durante la vacunación, extracción de sangre u otros procedimientos médicos.
- Ayudan a los bebés a dormir. Si tu bebé tiene dificultades para dormirse, el chupete puede ayudarlo a coger el sueño.
- Ayudan a aliviar las molestias durante el vuelo. Los bebés no pueden regular por voluntad propia los cambios de presión del aire tragando saliva o bostezando. El uso del chupete les puede ayudar.
- Reducen el riesgo del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Distintos Existen estudios que han demostrado la asociación directa entre el uso del chupete durante el sueño del bebé y un menor riesgo de padecer el SMSL.
INCONVENIENTES DEL CHUPETE
- El uso precoz del chupete puede interferir con la lactancia materna. La recomendación fundamental, es que no se debe de administrar durante el primer mes de vida, hasta tener una lactancia materna bien instaurada. Chupar un pecho es diferente a chupar un chupete o un biberón, y algunos bebés son muy sensibles a estas diferencias. Hay estudios que indican que el uso temprano de tetinas artificiales está asociado a una disminución de la lactancia materna exclusiva. De todas maneras, no son concluyentes respecto al hecho de si son la causa del problema o si constituyen la solución a un problema existente con anterioridad.
- Tu bebé puede volverse dependiente del chupete. Si tu bebé utiliza el chupete para dormir, quizá debas levantarte varias veces por la noche para calmar los lloros del bebé cuando se le cae de la boca.
- El chupete puede incrementar el riesgo de infecciones en el oído medio. Aun así, las tasas de infecciones en el oído medio son generalmente más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses, cuando el riesgo de SMSL es mayor y cuando los bebés están más ‘interesados’ en los chupetes.
- El uso prolongado del chupete puede conllevar problemas dentales. El uso normalizado del chupete durante los primeros años de vida no causa problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede causarle al bebé malformaciones en la dentadura y paladar.
ALGUNAS CUESTIONES SOBRE EL CHUPETE:
1.- TAMAÑO: se debe de ajustar a la boca del niño, Al principio, recomendable de una pieza. Posteriormente ya se pueden valorar otras opciones. Imprescindible que tenga orificios de ventilación.
2.- LÁTEX O SILICONA: El látex es una goma natural, blanda, resistente y elástica que tiende a absorber los olores. Si eliges esta opción, habrá que cambiar el chupete más a menudo. Los chupetes de caucho son más suaves, más blanditos, vamos. Pero el caucho se deteriora con mayor rapidez que la silicona y es menos práctico a la hora de asegurar su correcta limpieza.
La silicona también es blanda y elástica, pero menos resistente, por lo que está indicada para bebés más pequeños, sin dientes. Es más sencilla de mantener limpia de forma clara, tiene como inconvenientes que las tetinas resultan ser más duras y son más peligrosas una vez que el bebé tiene dientes. En el momento en que comienzan a salirle los dientes al pequeño, hay que revisar el chupete con frecuencia para evitar que lo rompa al morderlo y se desprenda un trozo de tetina que el bebé podría tragar o hacer que se atragante.
Estos dos materiales influyen en mayor o menor medida en uno de los aspectos más negativos del uso del chupete: la posible deformación de la mordida del bebé.
El uso habitual del chupete puede llevar a una mala posición de los incisivos que acaban de salir, provocando futuros problemas en la mordida si no se ataja a tiempo.
¿TODOS DEBEN UTILIZAR CHUPETE?:
Muchos escupen el chupete y no lo necesitan. No pasa nada por eso y de hecho no hay que obligarles a que lo utilicen. Eso sí, tendremos que asegurarnos de que el sustituto no sea el dedo, porque este sí que será más difícil de dejar de usar.
CUIDADOS DEL CHUPETE
La vida útil de un chupete es de un máximo de 3 meses. Al cabo de este tiempo hay que reemplazarlo por uno nuevo. En caso de que el chupete se deteriore antes de los 3 meses de uso, igualmente hay que reemplazarlo por uno nuevo.
Aunque no forme parte en sí de los pros y contras del chupete, es importante añadir que nunca deben darse al bebé chupetes mojados en zumo, miel, caramelo líquido, leche condensada, etc. Provocan unas caries terribles además de predisponer al niño a sabores muy dulces, lo que dificulta una alimentación adecuada.
¿CUÁNDO DEBE DEJAR DE UTILIZARSE?
En general, Es conveniente ir quitando el chupete en torno a los dos o tres años. Lo cierto es que que no se trata de una regla fija, ya que hay otros condicionantes que pueden hacer que estos plazos sean flexibles, como el grado de madurez del pequeño o determinadas circunstancias médicas o psicosociales. Aproximadamente en la segunda mitad del primer año deberemos comenzar a limitar su uso. Con ello, evitaremos que obstaculice la formación de la arcada mandibular, por ejemplo. También es importante que se lo quitemos cuando empiece a ir a la guardería, ya que puede intercambiarlo con otros niños y coger así infecciones contagiosas.
Los odontólogos pediátricos destacan que antes de los tres años de edad. Cuando un niño se introduce la tetina en la boca y ejerce una «succión no nutritiva» (sin ingesta de alimentos ni leche materna) los dientes centrales inferiores se desvían paulatinamente hacia dentro, y en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera. A partir de esta edad, si continúa utilizando chupete la alineación definitiva, se ve comprometida.
COMO QUITAR EL CHUPETE
Personalmente, pienso que es mejor quitarlo de forma repentina. No debemos de esperar a que lo deje de forma espontáneamente. Ante sus demandas lo que sí debemos hacer es NO SUCUMBIR ANTE SUS DEMANDAS, ya que pasada una semana, habitualmente no se acordará de él.
La forma de quitar el chupete va a depender de la edad del niño, de su temperamento y de su madurez.
En el niño adaptable y tranquilo cualquier cosa va a funcionar. Con cariño, pero con firmeza se le dice que ya no va a usar chupete, porque ya es mayor
En el niño inquieto, se requiere un poco más de tiempo. Primero hay que explicarle lo que va a pasar y poner una fecha unas semanas antes. SIEMPRE PONER UNA FECHA, que puede coincidir con un acontecimiento (cumpleaños, Navidad, vacaciones…). A partir de ese momento, ser inflexibles con cariño. Si es persistente, podéis utilizar uno con cortes previos, para que vea que es mayor… En definitiva: Utilizar la PERSISTENCIA CON IMAGINACIÓN.
Yo suelo recomendar que a partir de los 18 meses, debamos de quitarlo durante el día y el momento de la siesta, para posteriormente suspenderlo por la noche, previo acuerdo de los padres, para actuar del mismo modo.
La regla de oro es el convencimiento con que le decís las cosas, … Cualquier estrategia fracasará si no estáis convencidos y la hacéis con dudas. Y esto sirve con el chupete…. Y los límites y Normas.