¿SE DEBEN DE TRATAR LAS SINEQUIAS VULVARES?
Es un fenómeno que sucede en las niñas – en los varones el equivalente serían las adherencias- que consiste en la fusión de un labio menor con el otro.
Las sinequias vulvares (o fusión de labios menores) se pueden ver en niñas pequeñas, y son muy frecuentes en el segundo año de vida (se estima que cerca del 3,3% de las niñas de entre 13 y 23 meses tienen sinequia).
No es un proceso patológico. Se produce tras pequeñas infecciones locales, rascado frecuentes o una higiene inadecuada, que originan una inflamación de la piel, la cual al repararse hace que los labios queden pegados.
A veces se asocia con infecciones de orina de repetición o infecciones vaginales, pero generalmente no dan ningún problema y se trata de un hallazgo casual (los pediatras nos damos cuenta al examinar la zona, y no porque haya síntomas).
Si no produce ningún síntoma no es necesario tratar. Con el crecimiento y el aumento de la actividad de la niña los labios se irán separando naturalmente. Y con la pubertad y el aumento de las hormonas se acabará de completar el desarrollo de la mucosa y el problema se acabará.
Si hay infecciones de orina, dificultades para orinar o vulvovaginitis de repetición entonces sí se puede considerar la posibilidad de tratar la sinequia para disminuir los síntomas.
Si son muy persistentes o dan síntomas, se puede intentar separar los labios mecánicamente. Si se trata de una niña muy pequeña que colabora, con un poquito de anestesia tópica se separan los labios con un bastoncillo y se aplica luego una crema para que no se vuelva a cerrar. Pero requiere un poco de colaboración. Si necesitan tratamiento médico se utilizan crema de estrógenos o corticoides durante 1 o 2 meses, pero esto es excepcional, igual que llegar al tratamiento quirúrgico.