SUEÑO INFANTIL (II) – QUE HACER SI MI HIJO NO DUERME “BIEN”
SUEÑO INFANTIL (II) QUE HACER SI MI HIJO NO DUERME “BIEN”
Lo primero de todos es relajaros y tomarse las cosas con tranquilidad. Hagáis lo que hagáis no vais a ser malos padres, por ello, ni vuestro hijo va a salir con problemas por dormir con vosotros o porque le hayáis enseñado a dormirse en su cuna.
QUE PODEMOS HACER PARA QUE APRENDA A DORMIR SOLO
Establecer un horario fijo para acostarlo. Como los niños tienden a mantener su ritmo biológico, puede ser más fácil que coja bien el sueño entre las 8 y las 9 de la tarde en horario de invierno, una hora más tarde en el de verano.
Crear un ritual para el sueño, que siempre ha de ser igual: bañarlo (si el baño le relaja), ponerle el pijama, darle la toma, estar con él un tiempo hablándole o cantándole suavemente… o con un cuento o algún juego tranquilo si ya es más mayorcito. Su cuna, su habitación, todo siempre igual.
Elemento de transición al sueño: un peluche o una toallita (con el olor de la madre mejor aún), que el niño coge y le sirve de «compañero» nocturno, y para volver a calmarse cuando se despierte por la noche. El chupete puede ser de ayuda porque a la mayoría les tranquiliza, pero si lo pierde durante la noche y se despierta puede que necesitéis ir a ponérselo.
Cuando se va quedando adormecido, pero aún despierto, se le pone en la cuna. Puede que se duerma enseguida o que proteste. Si protesta y llora se le coge y se vuelve a intentar. Esto se puede repetir las veces que sea necesario hasta que se quede dormido.
Intentar separar, comer de dormir. Que no se duerma tomando biberón. Si está tomando pecho, esto puede ser un poco más difícil. (podéis leer más sobre esto en el artículo: «lactancia y sueño».
Si por la noche se mueve, hace ruiditos o algunos gemidos, pero está dormido, no hay que hacer nada, es normal. Es la «fase activa del sueño», como se explica en al artículo primero del sueño. Si estos ruiditos despiertan a la madre, es momento de plantearse sacar la cuna de la habitación, si aún no se ha hecho…
Si se despierta por la noche, se puede esperar unos instantes, para ver si de verdad llora y os reclama. Si llora se le debe atender y comprobar que no le pasa nada. Si no es capaz de dormirse por sí mismo, se procede igual que al principio de la noche (apaciguarlo y dejarlo en la cuna adormecido, pero despierto).
Es normal que se despierte varias veces por la noche (con los cambios de fase del sueño), pero estos despertares suelen ser superficiales. Así que, si ha aprendido a dormirse por sí mismo y tiene su elemento de transición al sueño (peluche…) es muy probable que se vuelva a dormir y no reclame vuestra atención.
No existe una medida única que sirva a todos los niños, pero sí estrategias que se pueden poner en práctica:
– Elimina poco a poco, todo aquello que tu hijo ‘necesita’ para dormir: el chupete, la compañía de la madre, la luz encendida… Ya que, si de despierta por la noche y no las encuentra en su sitio, se levantará y acudirá al lado de los padres para reclamar atención.
– Muéstrate firme y segura ante una decisión. Si la tuya es que el niño no duerma con vosotros, no cedas, ya que no entenderá por qué unos días sí y otros no. Acompáñale a su cama, dale un beso y una caricia y susúrrale palabras tranquilizadoras. Vuelve a la habitación y mantente firme en esta decisión, aunque tengas que levantarte varias veces.
– Refuerzo positivo: alabar y premiar al niño cuantas menos veces se levante. Incluso se puede crear un cuadro de incentivos con un sistema de premios hasta que logre el objetivo.